Elena empezó muy lentamente en la fábrica. Le costaba concentrarse y tenía dificultades para cumplir con los procesos. Sin embargo, poco a poco, con su esfuerzo y con muchas ganas de sentirse parte del equipo, ha ido adquiriendo las habilidades y el ritmo de trabajo.
A día de hoy es una de las cortadoras de plástico que más frecuenta la fábrica, y también la que lo hace con más gracia. Elena corta y conversa, corta y posa para las fotos que quiere enviar a su familia, corta y nos recuerda a todos los objetivos que quiere cumplir en su vida. Elena es dicharachera y risueña, una chica que no deja indiferente a nadie: la alegría ¿de la huerta?, también de la fábrica.
Tras pasar los diversos periodos de formación, ya sabe lavar, cortar y triturar, además de ser la responsable del cuidado de las plantas de la fábrica, trabajo al que aún se está adaptando.
Gracias Elena por ayudar a que los días en la fábrica siempre sean más divertidos.